Reconocimiento: "Huevo Güero" y Mención Especial

Este cuatrienio hemos decidido otorgar un reconocimiento a las peores medidas presentadas en la legislatura en lo que se refiere a la conservación de los terrenos agrícolas en Puerto Rico.  Nombramos el reconocimiento como el “Huevo Güero” pues éste, por lo general, genera malestar.

Hemos decidido otorgar el “Huevo Güero” a dos medidas que atentan contra la integridad de dos Reservas Agrícolas: la del Valle de Lajas y la de Guanajibo.  El Presidente de la Comisión de Agricultura en el Senado, Ramón Ruiz Nieves, es el autor del PS1055 y el representante Carlos Bianchi Angleró es el autor del PC2213.  Estas dos medidas, las cuales fueron aprobadas y convertidas en ley una vez el Gobernador las firma son las dos que más daño han ocasionado en términos de la protección de terrenos agrícolas y del Plan de Uso de Terrenos.  Transcurrieron 12 años y tres administraciones de gobierno desde que se aprueba la Ley 550 del 2004, ordenando un Plan de Uso de Terrenos hasta la aprobación de dicho Plan.  El PS1055 y elPC2213 fueron aprobados el 30 de junio de 2016; último día para aprobar medidas.  Resulta un acto desgraciado que luego de que el Gobernador aprobara el Plan de Uso de Terrenos en noviembre del 2015, a poco menos de un año después, se desvirtúe dicha herramienta de planificación dando paso a la planificación por legislación. El Gobernador se convierte simultáneamente en creador y verdugo del Plan de Uso de Terrenos.  Los terrenos comprendidos en las Reservas de Guanajibo y del Valle de Lajas son parte del Plan de Uso de Terrenos.  Un Plan que prometía cierta estabilidad en los procesos de planificación del país.  El efecto neto de estas medidas es reducir el tamaño de las Reservas y por consiguiente una reducción en el número de cuerdas de terrenos agrícolas protegidos en Puerto Rico. 

Como parte de la Exposición de Motivos del PC2213, se critica el efecto de la zonificación agrícola sobre la propiedad privada aduciendo que  se desvaloriza la propiedad,  que no se pueden “segregar solares para propósitos sucesorales” y que las propiedades se ven sujetas a “restricciones severas para realizar mejoras permanentes”.  Es precisamente esta óptica la que hace necesario establecer un Plan de Uso de Terrenos firme.  Es a través de la segregación descontrolada que hemos terminado viviendo en un Puerto Rico fragmentado habiendo perdido cientos de miles de cuerdas agrícolas ante los intereses privados que favorecen la libertad de especular con sus propiedades sobre el interés público de conservar un recurso natural.

La acción legislativa y del Gobernador representan un “golpe de estado” en contra del Plan de Uso de Terrenos.  Es responsabilidad del Estado clasificar los terrenos, independientemente de si son privados o no; lo mismo ocurre con las segregaciones. Esgrimir estos argumentos es retroceder en los procesos de planificación.  Recordemos que la Ley 550 es la que viabiliza el Plan de Uso de Terrenos.  Tanto en el caso de Güanajibo como en el Valle de Lajas ya la Junta de Planificación y el Departamento de Agricultura (luego de un proceso amplio de participación pública) habían evaluado los terrenos que ahora se quieren excluir y los clasificaron como agrícolas; utilizando criterios de planificación y no criterios oportunistas que surgen en el contexto de la contienda política.  Es bochornoso lo que ha ocurrido.  En el caso del PS1055 la vergüenza es aún mayor pues es el Presidente de la Comisión de Agricultura en el Senado, el autor de la medida.  Es precisamente el senador Ramón Ruiz Nieves, uno de los co-autores del PC4712 (2004); la medida que una vez aprobada se convierte en la Ley 550 de 2004.

No podemos dejar de reconocer como cómplices en este proceso al Presidente de la Comisión de Agricultura en la Cámara de Representantes, César Hernández Alfonzo, quien facilitó la aprobación de ambas medidas, al Gobernador de Puerto Rico, quien al parecer no sabía lo que firmaba ni las consecuencias de sus acciones, y finalmente a todas y todos los legisladores que votaron a favor de las medidas.  Para todos ellos el Huevo Güero.

Hubo contendientes importantes para el “Huevo Güero”, sin embargo ninguna de las medidas presentadas por ellos fue aprobada.  A continuación un resumen de dichas medidas:

PS1417 (del senador Eduardo Bathia Gautier), PC2496 (del representante Jaime R. Perelló Borrás) y el PS1159 (del senador Angel R. Rosa Rodríguez) – todas intentan fusionar la Autoridad de Tierras con la Administración de Terrenos – la primera tiene como principal función facilitar terrenos a agricultores mientras que la segunda es un gestor de bienes raíces.  Las funciones son incompatibles y amenazan la conservación de los terrenos agrícolas.

PC0721 – del representante Urayoán Hernández Alvarado.  Esta medida contempla la posibilidad de que la Autoridad de Tierras ceda o transfiera gratuitamente terrenos agrícolas. 

RCC0560 – del representante Rafael Hernández Montañez.  La medida persigue que la Autoridad de Tierras transfiera, al Municipio de Dorado, por un dólar, cientos de cuerdas de terrenos agrícolas, clasificados como Suelo Rústico Especialmente Protegido – Agrícola, pertenecientes a la Autoridad de Tierras.  Entendemos que la acción del representante es pretensiosa y escandalosa.



 Mención Especial:

Finalmente, en relación a los Programas de Gobierno de los aspirantes a la gobernación de Puerto Rico, nos preocupa sobremanera lo establecido en la página 33 del programa del Partido Nuevo Progresista.  En dicha página, bajo el título de “Programa de Planificación Estratégica” aparece el siguiente texto: “Crearemos el Programa de Planificación Estratégica con el fin de formular planes a largo y mediano plazo relativos al ordenamiento espacial de la Isla. Revisaremos el Plan de Uso de Terrenos para atemperarlo a los Planes de Ordenamiento Territorial de los municipios.”  Este acercamiento a la planificación del país es incorrecto.  El Plan de Uso de Terrenos tiene que tener, y por Ley lo tiene, prelación sobre Planes de Ordenamiento Territorial Municipales.  La Isla no se puede planificar de manera fragmentada y esto requiere pensársela como un todo.  Vivimos en un territorio interconectado.  Desde esta perspectiva son los municipios los que tienen que atemperar sus planes al Plan de Uso de Terrenos.